Algunas personas consideran la docencia como una profesión insignificante en comparación con otras profesiones y la miran de re ojo. Eso sin contar que en Venezuela no es bien remunerada. Otros la miran como la última opción existente, “Lo que quedo”, tal vez porque en su mente querían estudiar otra carrera y les fue imposible. Este podría llamarse un docente frustrado; y ¿Qué docente con estas motivaciones podría afectar positivamente a la sociedad? ¿Es la docencia exponer una cantidad de ideas, con una cara amargada y una postura estricta ante las personas? ¿Qué es realmente un docente?
El
docente debe ser un líder, un líder es un agente de influencia, es una persona
creativa que hace que las cosas sucedan, no se queda paralizada ante los
obstáculos que se presentan, un líder cambia su entorno…
Pero…
¿donde se origina este liderazgo? ¿Podrá ser un docente un líder si no ama lo
que hace, si no tiene pasión por su profesión, por la gente, por la vida?
Tal vez
este es uno de los problemas, docentes que se ven como gusanos, como lo peor de
la sociedad, porque sencillamente no valoran el privilegio que poseen, enseñar.
Es
necesaria una reforma en cuanto a la definición de la docencia, tal vez por
ello, tanta apatía, tanta desmotivación. Y por más que se implementen recursos, estrategias, y ese montón
de metodologías, de nada serviría si este no tiene pasión.
La pasión
es como un fuego que arde en el interior del ser humano y le mueve a realizar
una determinada tarea, en el caso de la docencia, ¿que no haría un profesor con
semejante pasión?
Es esa pasión
la que hará que este sea un líder, este motivado y abierto a cambios; esta pasión
contagiara a los que están a su alrededor e impactara a sus estudiantes.
Porque, sinceramente, la gente está cansada de esa docencia absurda, llena de
monotonía, esa docencia que carece de sentido. Y todo comienza con el docente y
con ese concepto que se tiene de esta carrera.
Una carrera
de liderazgo, una carrera de retos, una carrera que requiere esfuerzo y compromiso,
una carrera que requiere corazón, porque el que este por dinero jamás será
feliz, el que este por un simple: “esto fue lo que quedo” jamás será feliz, el
que este por estar mejor le seria no estar.
En mi
trayectoria de 8 semestres cursando la carrera de informática, observe ese
inmenso desgano, no en otra persona más que en mi misma, y por qué no ser
sincera, por qué no hablar algo que pocos se atreven a decir. Sucedió que
mientras pasaba el tiempo solo había una queja, pero estoy aprendiendo, aprendiendo
que los líderes no se conforman con lo que está sucediendo en la actualidad,
los líderes actúan, los líderes provocan
o deberían provocar una verdadera revolución.
Los
docentes deben entender que no son cualquier cosa, que no son solo individuos
puestos para soportar maltratos, gritos, insultos, y una carga insoportable de
llevar. No digo que a todos les pase, pero sería bueno que hoy examinaras tu
vida y te preguntaras ¿soy un docente que ama su trabajo? ¿Un docente
apasionado? ¿Soy realmente un líder?
Si tienes pasión podrás inspirar a la gente que está a
tu alrededor, y como docente especialmente a tus estudiantes.
@GIOMARYSAGUILAR
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